La delegada del Gobierno, Catalina Cirer, aprovechó ayer la celebración institucional del XXII aniversario de la Constitución para hacer un llamamiento al consenso y a la concordia «por encima de las circunstancias de desacuerdos institucionales y por encima de las críticas fáciles y de otras que puedan ser fundamentadas». Cirer, que tuvo que hacer un gran esfuerzo para pronunciar su discurso debido a una fuerte afonía, defendió la concordia y la pacífica convivencia y realizó una llamada a la valentía «para defender los principios y derechos que muchos no respetan». En esta línea, Cirer reclamó el rechazo «más fuerte e intenso contra todos los que hacen del miedo su instrumento de funcionamiento».
La representante del Gobierno en las Islas aseguró que su objetivo como delegada de la Administración central es conseguir que, al acabar el camino que marca la Constitución, todas las comunidades autónomas, sean históricas o no lo sean, tengan el mismo techo competencial. Catalina Cirer afirmó que la Carta Magna, de la que se celebran 22 años desde su aprobación, no admite ambigüedades, lo que significa que o se está dentro del marco constitucional, o se está fuera. Cirer añadió que no se puede estar con un pie dentro y otro fuera, si bien reconoció que puede haber gente que no comparta sus palabras «y eso es bueno porque la pluralidad ha de ser un hecho enriquecedor».
El president del Govern, que intervino para realizar el discurso de clausura del acto, defendió el papel creciente de los consells insulars y consideró que, en esta línea, es preciso avanzar hacia un «federalismo insular». Pero no se quedó ahí en su defensa del modelo federal. En opinión del jefe del Ejecutivo, la idea federalista «es una propuesta para dar una nueva frontera hacia el Estado de las autonomías».