El Regimiento de Artillería celebró ayer por última vez la festividad de Santa Bárbara en el acuartelamiento de Son Busquets. El acto, especialmente emotivo ante el próximo cierre de las instalaciones militares, fue presidido por el comandante general jefe de la Zona Militar de Balears, Tomás Formentín. A las doce del mediodía y tras la misa, dio comienzo en el patio de armas la rendición de honores y el pase de revista a los acordes de la «Marcha de Infantes» a la formación compuesta por una batería de honores, una escuadra de batidores y la banda y música militar.
El coronel Abelardo Piorno Rojas, último jefe del cuartel, pronunció seguidamente una alocución en la que indicó el carácter especialmente emotivo de esta celebración, «en esta ocasión entristecidos, ya que con esta formación castrense vamos a dar por finalizada la estancia de unidades de artillería de nuestro entrañable acuartelamiento de Son Busquets», dijo. Y así, remarcó: «Desde el año 1954 en que fue ocupado por el Regimiento de Artillería número 23 hasta nuestros días, pasando por la fusión de las unidades de campaña, costa y antiaérea del año 1965 que originó el actual Regimiento Mixto de Artillería número 91, sus edificios han cobijado durante cuarenta y seis años la actividad de una parte de la artillería en la plaza de Mallorca y por sus dependencias e instalaciones han desarrollado su quehacer diario miles de artilleros y un total de veinte coroneles jefes del acuartelamiento, que nos hemos sentido orgullosos entre sus paredes y que con mi persona van a poner fin a su brillante historial militar», concluyó.
Asimismo, el coronel Piorno recordó los motivos del traslado a la base General Asensio a partir de la reorganización y centralización de unidades y economía de medios. También felicitó a los cuadros de mando, tropa y personal laboral condecorados por sus servicios, distinguidos con la Cruz Orden de San Hermenegildo. Entre ellos, personal civil como Teresa Aspiroz, dedicada al mantenimiento de las instalaciones durante años.