El presidente Antich reconoció ayer en la cena anual de la entrega de premios del Fomento del Turismo de Mallorca que «la capacidad de diálogo no puede sustituir nunca la toma de decisiones políticas de un gobierno», en clara alusión al impuesto turístico.
Antich, ante una nutrida representación del mundo turístico, indicó que algunas decisiones se han adoptado «como un acto de soberanía para recaudar dinero e invertirlo en el medio ambiente para garantizar los recursos necesarios que aseguren el bienestar de los ciudadanos... Es por ello, que invito a todos a hacer una gran piña para resolver los problemas de Balears».
El presidente del Fomento, Miquel Vicenç, fue muy crítico en su intervención, en la que puso de manifiesto: «Por vez primera en siete años nuestro sector no ve un futuro claro, máxime ante la concentración de los grandes grupos turísticos».
Pero si hubo un tema que suscitó la queja del representante del Fomento, éste fue el convenio de carreteras: «El Fomento considera técnica, política y jurídicamente errónea la actitud del Govern al denunciar el convenio de carreteras y os pide que se cumpla para tener carreteras adecuadas al volumen de tráfico». La ecotasa también salió a colación en el discurso de Vicenç, calificándolo de «un impuesto discriminatorio que ha producido un desacuerdo absoluto entre el Govern y un sector afectado».