El Consell Insular de Mallorca alquilará fincas privadas para que los cazadores de la Isla con pocos recursos y poco poder adquisitivo puedan disfrutar de la actividad a pesar de no pertenecer a ningún coto privado, según anunció ayer la presidenta de la Institución, Maria Antonia Munar durante la presentación del plan de trabajo de la Oficina de Caza. Esta iniciativa, que se llevará a cabo a través de un concurso público, tiene un presupuesto aproximado de unos cinco millones de pesetas anuales, ha sido consensuada con las organizaciones de cazadores de la Isla y forma parte del plan de trabajo que se ha marcado la Oficina de Caza que dirige Miquel Angel Borrás.
En toda la Isla, hoy en día, hay unas 28.000 licencias de caza y, entre 4.000 y 5.000 de ellas, corresponden a aficionados a este deporte que, por sus recursos, no pueden permitirse pagar la cuota de una finca privada, que suele ser bastante alta. Es por eso que el Consell Insular de Mallorca tiene previsto convocar un concurso público durante los meses de diciembre o enero con objeto de recibir ofertas de terrenos que sean adecuados para ejercitar este deporte. El hecho de que se espere hasta el mes que viene responde a que es entonces, aseguró Borrás, cuando suelen expirar los contratos que las organizaciones tienen con los propietarios de los terrenos.
El Consell Insular de Mallorca opta por el sistema de alquilar, desechando de esa forma la posible opción de compra de terrenos porque esta última posibilidad, aseguran, «no da rentabilidad directa». La presidenta de la institución destacó el beneficioso efecto que tienen los cazadores sobre el entorno natural de la Isla ya que, aseguró, «ellos son los primeros interesados en ver las fincas limpias y cuidadas».
En un principio está previsto ampliar la oferta de las fincas que se alquilen con las que son propiedad del CIM y permitan desarrollar la actividad. En este sentido Borrás destacó que se están efectuando estudios en los suelos públicos para «determinar cuáles son susceptibles de ser utilizados como coto de caza».