Las últimas lluvias, aunque abundantes, no han logrado recuperar el déficit de precipitaciones que soporta el archipiélago balear ya que, a día de ayer, dicho parámetro se situaba en el 34 por ciento, es decir, en los últimos 365 días ha llovido un tercio menos que en mismo periodo inmediatamente anterior.
La lectura de estos datos, facilitados por el director del centro territorial del Instituto Nacional de Meteorología, Agustín Hansa, no implican que haya llovido poco durante la temporada de otoño sino que las precipitaciones caídas durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, (habitualmente los más lluviosos del año), han sido normales y no han servido para recuperar el déficit histórico. «Según los datos que tenemos hasta ahora no se puede precisar si este año va a ser más seco o más húmedo que los anteriores. Si lloviera bastante durante primavera el año podría ser bueno pero todavía es pronto para saberlo. De momento lo que está claro es que está costando recuperar la estadística del déficit de lluvias», aseguró.
En lo que se refiere a las precipitaciones de los últimos días cabe destacar los siete litros que se recogieron por metro cuadrado en el aeropuerto de Son Sant Joan, los 5'3 litros de la estación meteorológica de Portopí y los 6'5 litros de la Serra de Alfàbia. Aunque estas lluvias fueron las más intensas también son destacables los 5 litros por metro cuadrado de Inca y los cuatro litros de Lluc. La tormenta también afectó a las otras Islas aunque de forma más moderada ya que en Menorca se registraron 2 litros por metro cuadrado y en Eivissa, en el aeropuerto, apenas uno. Para lo que sí han servido estas últimas precipitaciones ha sido para recuperar, aunque sea ligeramente, los embalses de su situación agónica. A día de ayer, según los datos aportados por EMAYA, los pantanos se encuentran al 23'47 por ciento de su capacidad, lo que quiere decir que almacenan 2'699 hectómetros cúbicos de agua.