Ayer nos pasamos por el Arca de Noé, el refugio de perros y gatos que la germana Helga dirige en Andratx. Refugio que se ha quedado pequeño y encima rodeado de casas, lo que a veces, a causa de algún ladrido o maullido a deshoras, molesta al vecino. «Pero eso ocurre pocas veces "señala Helga". Claro que si nos hubieran dado permiso para construir el refugio en Sant Elm, aparte de que este problema ya no existiría, allí estaríamos todos más anchos y en vez de reducir el número de recogida de animales por año, en el que hemos pasado de 700 a la mitad, lo aumentaríamos».
Según nos cuenta Helga, el Ayuntamiento de Andratx está favor del nuevo refugio, tanto es así que les han cobrado cerca de nueve millones de pesetas en concepto de licencias, «pero ahora falta que el Consell de Mallorca firme un papel declarándolo de interés social».
El centro se sustenta de lo que aportan los socios desde Alemania, y parte de ello va a parar al cuidado de perros y gatos abandonados en Mallorca, algunos de los cuales llegan hasta allí en los más puros huesos, eso sin contar los que llaman a la puerta medio muertos.