Los campesinos del Pla de Sant Jordi están preocupados. Pasa el tiempo, parece que hay dinero para poner en marcha la nueva depuradora, pero, a la espera de no se sabe qué informe "pues el Ministerio de Medio Ambiente ya ha dado el visto bueno, las garantías de que va a funcionar perfectamente sin crear problemas en medio ambiente", se sigue como antes: con el agua tal como entra, es decir, agua no muy buena para la agricultura, tanto "o mejor, tampoco" que, de forma oficial, en el Pla sólo se puede cultivar alfalfa, con lo que se echa a perder mucho terreno. Estuvimos con algunos de ellos en la vieja "30 años tiene" depuradora. «No sabemos qué espera el Govern en coger el dinero del Ministerio y comenzar a construir una nueva, pues ya se tiene hasta los terrenos», nos decía uno de los campesinos.
«La nueva depuradora "señala otro de los allí reunidos" supondría, primero, eliminar los malos olores que ésta produce y que padecen Sant Jordi, Casa Blanca s'Aranjassa y todo el contorno que, según se mire, viene a ser como la puerta de Palma. Segundo, al poder contar con un agua más y mejor depurada que la que depura ésta, que sólo la filtra, estos terrenos de cultivo, que a causa de la calidad de esta agua sólo pueden producir alfalfa, podrán dar todo tipo de hortalizas, verduras, patatas, etc., como sucedía antaño, en que el Pla venía a ser como es rebost de Palma. Y tercero, no seremos nosotros quienes señalaremos el lugar donde construir la nueva depuradora, pues esto queda en manos de los técnicos». «Lo que queremos "insisten los agricultores" es que se resuelva este problema... que tiene fácil solución».