Catalina opina que es muy difícil sentarse a pensar en un tema sobre el que diseñar: «El motivo no lo inventas porque al final lo encuentras en lo que estás viviendo, necesitas aprovechar lo que te viene, es casi autobiográfico y depende de tus experiencias». Quizá por eso, y porque estuvo bastante tiempo trabajando como ayudante de vestuario en el Hamlet teatral de Lluís Homar, llegada la hora de preparar la tesina de fin de carrera, se encontró con que una Ofelia vestida de blanco flotaba sin cesar en su imaginación. Y aunque la colección que ha presentado al concurso Art Jove 2000, y que ha sido la ganadora de la edición de este año, no tiene título, su diseñadora la describe como «muy Ofelia... porque este personaje femenino, pareja de Hamlet, es la imagen de la pureza y de la ingenuidad».
Catalina Vicens Alorda tiene 24 años y es licenciada en Diseño de Moda por la Escuela de Arte y Técnicas de la Moda de Barcelona. Ha trabajado en numerosas obras de teatro como ayudante de vestuario, y ha estudiado durante tres años en la Facultad de Bellas Artes, también de Barcelona; aunque cambió sus estudios de pintura y escultura por los de diseño porque «no era posible hacer las dos cosas a un tiempo, y descubrí que lo que me gustaba era la moda».
De Bellas Artes guarda la experiencia de los volúmenes, y esta capacidad de llenar o vaciar espacios que tiene la escultura, está presente en su colección: «Trabajo los volúmenes en las prendas y he buscado pliegues, bordados o nidos de abeja a los que doy la vuelta. Con telas y sábanas antiguas que me dio mi abuela "las buenas no, se las ha guardado, ríe Catalina", algunas deshilachadas o con iniciales, he tratado de encontrar en los tejidos las formas que llevan en potencia, porque buscas y terminas por encontrar la forma que el tejido precisa... no es una imposición. Sólo así se consigue darle vida».