La empresa Gas y Electricidad SA (GESA) considera que la fusión de las eléctricas ENDESA e Iberdrola «no afectará negativamente a Balears, sino todo lo contrario. De cara a los clientes, al pertenecer a una empresa más grande, se beneficiará a los usuarios de las Islas. Además, desde el punto de vista jurídico y societario no hay ningún cambio previsto», señalaba ayer la responsable de comunicación de GESA, Cristina Alcover.
La misma fuente comentó que el proceso de venta de activos e intercambios no afectará ni a Balears ni Canarias, «donde se opera a través de GESA y UNELCO. Y en el caso de Balears siguen adelante los planes de inversión para el período 2000-2005, que suman 75.000 millones y de los cuales se llevan ya invertidos algo más de 10.000 millones».
La consellera d'Energia, Misercordia Ramón, al respecto, puso de manifiesto también la preocupación del Govern por este proceso de fusión, «estaremos vigilantes en que se cumpla la legalidad y velaremos por los intereses de las Islas. Esperamos que con la fusión repercuta en una mejora de la calidad de los servicios a los usuarios de las Islas».
UGT afirma que esta fusión hace peligrar el puesto de trabajo de unos 400 empleados de GESA según explicó ayer el sindicato, que no dudó en calificar de «negativa» esta decisión. Una nueva drástica reducción de plantilla que se sumaría, en opinión del sindicato, a las que ya se han ido produciendo y que han llevado a GESA de tener más de 2.200 trabajadores hace tres años a escasos 1.300 en la actualidad.
Además, UGT no descarta la posibilidad de que GESA acabe segregándose (vendiéndose) «pese a que internamente el presidente de GESA nos ha informado de que no será así», dijo Joan Morro, responsable de la Federación de Industrias Afines (FIA) en las Islas. Morro recordó que la venta de GESA figuraba en una de las cuatro quinielas que se barajaban en ENDESA.