Los consejeros de la sociedad balear de garantía recíproca ISBA solicitaron ayer más información de la auditoría realizada sobre la gestión del anterior equipo directivo y las presuntas irregularidades del caso «Squash-bol», según señaló el presidente de esta empresa semipública, Luis Moyá.
Tras la reunión del consejo de ISBA, que duró tres horas y media y se celebró en la sede que la entidad tiene en Palma, Moyá simplemente se limitó a reseñar que los consejeros de las entidades financieras habían pedido más documentación sobre este asunto, en el que los actuales gestores de ISBA han detectado irregularidades en la actuación del anterior presidente de la entidad, Juan Coll. Moyá añadió que esta nueva información «será entregada de inmediato y siete días después se volverá a reunir el consejo de administración de ISBA para adoptar las medidas que considere pertinentes sobre este asunto».
La empresa que ha motivado este nuevo «affaire» en ISBA, «Squash-bol», es una sociedad que promovía la construcción de un centro deportivo en Manacor con un préstamo garantizado por ISBA, que contó con diez avalistas mancomunados, responsables todos ellos de los 150 millones de pesetas, quedando al final el edificio en manos de Mutua Balear.
El informe jurídico realizada durante este verano detectó en esta operación algunas irregularidades, que son las que tienen que depurarse ahora, de ahí la petición de más documentación por parte del consejo, dado que el quebranto económico está cifrado en 34 millones de pesetas.