Poco antes de las doce del mediodía los piquetes que habían actuado durante toda la mañana en distintos puntos de Palma se congregaron en la Plaza de España. Allí estaban también los empresarios pero en muchísimo menor número en comparación con las cientos de jóvenes dependientas que mucho tuvieron que ver en el proclamado éxito de la huelga. Antes que nada se guardó un minuto de silencio para condenar el último atentado de ETA.
Delegados sindicales, empresarios "unos 300 según las patronales Pimeco y Afedeco" pero sobre todo jóvenes trabajadoras y trabajadores, en este orden, consiguieron una «serpiente» de más de dos mil personas. Una cantidad muy considerable si se tiene en cuenta que se trata de un paro sectorial y que en las celebraciones del primero de Mayo apenas se consigue llegar a esta cifra.
Cualquiera diría que hace apenas un par de meses sindicatos y empresarios del sector estaban a la greña. Ayer compartían la cabeza de la manifestación y es que el decreto de horarios comerciales ha conseguido unirlos. Juntos pero no revueltos. Dos pancartas. A la izquierda la de los sindicatos convocantes: UGT, CC OO, USO y Fetico que señalaba «Los trabajadores de comercio dicen no a la libertad de horarios y a la apertura de domingos y festivos». A la derecha, la pancarta de la patronal sujetada, entre otros, por los presidentes de Pimeco y Afedeco, Demetrio Peña y Pau Bellinfante respectivamente. En ella se leía: «Exigimos una Ley de Comercio Interior, Nuestra».