El paro empresarial convocado por las asociaciones de transportistas de mercancías de Mallorca para los tres primeros días de esta semana con objeto de pedir un gasóleo profesional tuvo ayer una escasa repercusión y no se registraron ningún tipo de incidentes ni problemas de suministro.
Así, las propias organizaciones convocantes, la Federación Empresarial y ASTAM-PIMEM, reconocieron que la participación, al menos en el caso de Palma, no fue tan masiva como se esperaba. En el caso de la CAEB, que engloba al 70 por ciento del sector, la protesta fue secundada por un 60 por ciento de las 1.500 empresas que engloba, aunque según aseguró su secretario, Josép Payeras, «el seguimiento del paro, que no huelga, es muy difícil de controlar». Al parecer, según Payeras, las movilizaciones de ayer eran optativas lo que puede explicar que muchas empresas, y dado que las negociaciones del sector con Madrid van por buen camino, optaran por trabajar normalmente.
Hubo, sin embargo, transportistas, especialmente autónomos, que no sólo secundaron el paro sino que circularon por el centro urbano de Palma durante toda la mañana haciendo sonar sus bocinas. Otros, también en grupo, se desplazaron a primera hora de la mañana hasta la sede de la CAEB con la intención de dirigirse, desde allí, hasta los depósitos de CLH para bloquearlos, pero la acción de sus representantes frenó la iniciativa.
Los establecimientos y comercios de la Isla, por su parte, no sufrieron problemas de abastecimiento ya que, la mayoría de los consultados, habían previsto el paro y adelantado los pedidos para poder suministrar a sus clientes. Tampoco hubo, aseguraron, ningún problema con los trayectos programados para el día de ayer.