En la plazoleta en la que confluyen plaza de Cort con Jaume II, GESA ha abierto un enorme socavón con el fin de proceder al cambio de tuberías de conducción de gas. Hasta aquí, sin problemas. Hay que dar paso al progreso. Pero resulta, primero, que el cambio de tubería parece que ya ha sido efectuado, y si no nadie lo entiende, pues el lunes hará dos semanas que comenzaron las obras; segundo, que el olor a gas se ha adueñado del lugar hasta tal punto que ha alarmado a los vecinos quienes llamaron a GESA, por si había algún escape. Desde allí les tranquilizaron que ni había escape, ni peligro. Sin embargo, el olor se hace insoportable. El vendedor de la ONCE, imposibilitado para hablar, se echa la mano al cuello como diciendo ¡me ahogo! Y tanto, pues el olor es acentuado. Las propietarias de la joyería y de la tienda de ultramarinos nos contaron que anteayer por la tarde tuvieron que cerrar las puertas «porque a causa del olor nos ahogábamos; nos entraba como náuseas. Dicen que no se puede producir ningún escape, pero no se puede aguantar».
El yate del Aga Kan ha estado en Portopí
El yate del Aga Kan ha estado amarrado durante dos días en el
muelle de la base naval de Portopí, a pocos metros del atraque del
Fortuna. Parece ser que el padre espiritual de los ismaelitas
viajaba en él, pero antes de llegar a Mallorca lo abandonó en el
helicóptero de color blanco que lleva siempre a bordo, helicóptero
con el que se estuvo moviendo este verano cuando pasó sus
vavaciones en la isla.