Se llaman Luis López y María Victoria Corbacho y desde hace tres años y medio viven a la sobra de un algarrobo, por detrás de la estación de bomberos de Son Dureta.
«Antes vivíamos en un piso, pero al subirnos el alquiler y la comunidad 5.000 pesetas al mes, tuvimos que dejarlo "cuenta la mujer", pero lo peor es que ahora nos han dicho que por donde vivimos tiene que pasar una carretera, por lo que pronto llegará la pala y nos tendremos que ir».
Ella es hondureña y él vive en Mallorca desde que tenía cuatro años. Ambos están en el paro. No son drogadictos, ni gente con mal rollo. «Él es cocinero y tiene una pensión de unas 50.000 pesetas, que es con las que vivimos, pues yo trabajaba en el Polígono, donde ganaba unas 35.000 al mes si iba sábados y domingos y... ¡qué remedio! Pero tuve que dejarlo debido a que el dueño me acosaba sexualmente».
A ambos los conocimos ayer, momentos antes de entrar al programa «Gente a la última», de Ultima Hora Radio, quedando para que por la tarde nos mostraran su «casa».