La tan anhelada lluvia llegó ayer de imprevisto y descargó con una intensidad inusual sobre Mallorca.
En el aeropuerto de Son Sant Joan se recogieron 43 litros por metro cuadrado y en la terminal C se registraron inundaciones debido a unas filtraciones en la cúpula que provocó algunos problemas. Desde la dirección del aeropuerto se intentó quitar importancia, pero algunos trabajadores explicaron que «cada vez que llueve un poco fuerte ocurre lo mismo». En sa Cabaneta, en el término de Marratxí, se registraron 40 litros por metro cuadrado y en la Platja de Palma tres sótanos quedaron anegados por el agua.
Los bomberos de Mallorca también efectuaron salidas al puente del polígono de Marratxí y a Son Verí y en s'Aranjassa los terrenos agrícolas, secos por tantos meses de ausencia de tormentas, fueron incapaces de filtrar el agua. Las temperaturas descendieron notablemente mientras duraron los chubascos y en Son Sant Joan, por ejemplo, se pasó de 26 a 17 grados. La bajada más pronunciada afectó a Lluc y Alfàbia, en donde los termómetros marcaron 15 grados. A media tarde la situación mejoró y el sol de otoño volvió a asomar en casi toda la geografía mallorquina.