Al coindicir el consell de Govern de ayer viernes con el «Día Europeo sin coches», los diferentes miembros del Ejecutivo balear decidieron no usar el coche oficial y acudir al Consolat de la Mar por sus propios medios.
El president Antich no pudo asistir por encontrarse enfermo. El más madrugador en llegar fue Josep Maria Costa, conseller de Interior, quien llegó a las nueve menos cuarto en bicicleta. Sin embargo, el conseller de Hisenda, Joan Mesquida, contradijo a su compañero al afirmar que el primero en llegar había sido él, pero que al hacerlo a pie, nadie le había visto entrar, «siempre llego el primero a los consells de Govern», dijo, con orgullo, Mesquida.
Los diferentes consellers iban llegando a la reunión por el lado izquierdo del Consolat, lo más natural tratándose de un Govern progesista. Hubo un serio sobresalto cuando Margalida Rosselló, consellera de Medi Ambient, apareció ¡por la derecha! con su bicicleta y, a gran velocidad, pasó de largo frente al Consolat. ¿Era un presagio? ¿Un gesto de rebeldía? Y si era así, este hecho, de apariencia anecdótica, ¿iba a abrir una nueva crisis en el Govern, de proporciones incalculables, tras haberse superado la de la ecotasa?
Los temores quedaron disipados minutos después cuando volvió a aparecer Rosselló, esta vez por la izquierda "menos mal", acompañada por los consellers Grosske y Caro. Venció al sprint Grosske, hecho nada extraño si se tiene en cuenta que siempre se ha dicho que tiene muy buena cintura. Los consellers Morro, Pons, Alomar y Ramon, fueron llegando al Consolat tranquilamente a pie.
La consellera de Sanitat i Consum, Aina Salom, fue sin duda la más intrépida y llegó, o mejor dicho, intentó llegar en patines, pero una caída cerca del Consolat se lo impidió. Si la caída fue debida a un bache no arreglado por el Ajuntament, podría producirse una nueva polémica entre progresistas y populares. ¿Y el vicepresident Sampol? Se dice que llegó a pie, pero nadie le vio entrar. Se había aventurado que vendría en patines, pero, seguramente, no debía disponer de pegatinas con el distintivo IB. El próximo año quizás sea aconsejable que, como acto de confraternización, utilicen todos los nuevos autobuses que comprará Cort.