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Tensión entre policías locales y algunos conductores atrapados en los atascos

Algunos automovilistas soportaron retenciones de hasta veinte minutos en el Passeig de Mallorca y calles adyacentes

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Preguntar dentro del área cortada al tráfico, ¿Qué opina usted de el «Día sin mi coche»?, a quien ayer gozó de una bucólica jornada sin ruidos, sin atascos y sin humos, era casi una perogrullada, pues es cierto que el centro de la ciudad parecía otro, tan soleado y silencioso. «Me parece muy bien», respondía, muy feliz y relajado, Santiago Bernal, «porque yo soy un caminante y hoy puedo andar como toca».

Pero todo cambiaba de «vallas hacia afuera», en especial si la pregunta iba dirigida a los conductores que se impacientaban en el atasco formado en el perímetro de calles y avenidas que cercaba la «zona prohibida». ¿Qué opina del lema de hoy «La ciutat sense el meu cotxe»?. «Pues que yo sin el mío no voy a ninguna parte, entre otras cosas porque no puedo... Esto es una chorrada, señorita», respondía nervioso, sudoroso, y sin querer dar su nombre, un conductor que esperaba en la larga cola que se formó para acceder al aparcamiento público del Passeig de Mallorca. Porque fueron esta calle y sus adyacentes, las que ayer dieron más problemas a la Policía Local, que en todo momento mantuvo la calma y una actitud educada.

El caso de la calle Berenguer de Tornamira "que da paso a cuatro de los aparcamientos más importantes con que cuenta la zona comercial de es Born y Jaume III, entre ellos el de El Corte Inglés y Autohogar" fue el más complicado de resolver y el que más nerviosismo produjo entre los conductores. Hasta dos días antes de la experiencia «sin coches», a los automovilistas se les informaba de que este acceso "único, por otra parte" a los aparcamientos, permanecería abierto. Afedeco "Asociación de Federaciones de Comercios" se quejó porque esta medida, consideraban, iba a favorecer a El Corte Inglés.

Finalmente el Ajuntament decidió cortar Berenguer de Tornamira, lo que sorprendió a muchos conductores que, confiados en lo contrario, se encontraron con que la calle estaba cerrada y no tenían dónde dejar el vehículo. Y a primeras horas de la mañana empezaron los atascos y las protestas, llegándose incluso a practicar la detención, por parte de la Policía Local, de un automovilista que se negaba a obedecer las instrucciones policiales.

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