El Govern balear, en colaboración con las organizaciones agrícolas, de pescadores y transportistas, está estudiando la posibilidad de utilizar los depósitos que GESA tiene en el Port de Alcúdia para descargar combustible y, de esa forma, evitar el monopolio de distribución que actualmente, según aseguran desde el Ejecutivo, ejerce la Compañía Logística de Hidrocarburos.
Tanto los sectores afectados como el Govern han estado buscando en las últimas semanas opciones para intentar abaratar el combustible ya que el precio viene marcado por las grandes petroleras que controlan el mercado balear y no dejaban descargar crudo a otras operadoras argumentando «problemas técnicos».
Una de las opciones que se barajó fue la expropiación de la infraestructura de CLH pero el Ejecutivo la descartó ya que consideraba que era ilegal. Fue entonces cuando empezó a cobrar fuerza la opción de construir unas infraestructuras semejantes a las de la compañía de hidrocarburos en otro lugar para permitir la entrada de otros operadores y favorecer, así, la bajada de precios. Como quiera que, una vez realizados los estudios, se comprobó que construir unas nuevas instalaciones costaría cerca de 2.000 millones, dinero que sería difícil de amortizar, se optó por reutilizar algunas de las existentes y se pensó en los depósitos de Alcúdia.
El problema es que, al parecer, los depósitos están actualmente en uso y habría que llegar a un acuerdo con los propietarios y con los actuales usuarios para poder utilizarlos. Otro inconveniente importantes es el calado de la bahía de Alcúdia, con poco fondo, que impide la entrada de los barcos hasta el puerto por lo que la posibilidad más viable es instalar un barco fijo a un par de kilómetros de la costa que bombee el crudo, a través de tuberías, hasta los depósitos. Una vez saltado el «embudo» de CLH, los sectores afectados se tendrían que unir en cooperativas de distribución para comprar grandes cantidades de gasóleo a petroleras independientes y buscar la rentabilidad.