La avería en la planta desaladora ha dejado los recursos hídricos de la Isla en situación límite al menos durante una semana, tiempo que los técnicos tardarán en reparar la avería, si bien desde la Conselleria de Medi Ambient se aseguró ayer que el suministro queda garantizado.
José María Novoa, técnico del Ibaen, explicó que la avería se produjo el pasado jueves a las cinco de la tarde debido a un contacto. Este contacto eléctrico provocó la parada del mecanismo que activa los filtros de arena, cosa que impidió que llegase el agua desde la zona de captación. Como consecuencia de ello se detuvieron los motores que impulsan el agua de mar, causando una «onda de sobrepresión» que técnicamente se conoce con el nombre de «golpe de ariete». A su vez, la presión excesiva rompió las canalizaciones, que son de poliéster. La rotura provocó que se inundara la sala de bombas impulsoras, lo que afectó directamente a la zona de los motores. Técnicos especialistas han viajado a Mallorca para comenzar las labores de reparación de la planta.
La consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, explicó que esta avería se debe a «importantes defectos de fabricación» de la planta, ya que ésta es la sexta ocasión en que se produce un problema similar, aunque las consecuencias del sufrido el jueves fueron mucho más graves. De hecho, Rosselló explicó que el poliéster estaba siendo sustituido por aluminio, material que es mucho más resistente.
El director general de Recursos Hídrics, Antonio Rodríguez, coincidió con la consellera en que la avería se debió a defectos, si bien también sugirió la posibilidad de que sea excesivo el tamaño de la planta respecto al material utilizado, el poliéster. Rodríguez recordó además que el Govern todavía no es el titular oficial de la planta desaladora, ya que pese a que los terrenos donde está ubicada son de la Comunitat, el titular de la planta sigue siendo el Ministerio de Medio Ambiente.