Los ayuntamientos de Palma y Calviá dictaron ayer sendos bandos para pedir a sus vecinos que ahorren agua mientras se repara la desaladora de Palma, que suministraba cerca del 40% del agua distribuida en estos municipios.
El alcalde de Palma, Joan Fageda, firmó ayer un bando, «a petición de la Conselleria de Medi Ambient», en el que advierte que el arreglo de la planta se puede prolongar «más de una semana», por lo que se hace imprescindible «adoptar medidas que permitan obtener los recursos necesarios». El bando, que apela a la conciencia y solidaridad de los ciudadanos, «ruega» que se «extreme la prudencia en el consumo de agua, poniendo especial atención en evitar pérdidas en cisternas y grifos, reduciendo al mínimo el riego de jardines con agua potable, empleando para este fin, tanto como sea posible, agua regenerada y haciéndolo preferentemente en horas de baja insolación».
También se aconseja otro tipo de medidas como «barrer las terrazas en lugar de limpiarlas con agua, evitar llenar las piscinas, así como el funcionamiento de sistemas de refrigeración que no dispongan de circuito cerrado».
Por otro lado, el Ajuntament de Calvià resalta en su bando la «magnífica respuesta» de los ciudadanos ante la sequía y les anuncia que tendrán que «incrementar los esfuerzos» a causa de la avería de la desaladora «por un hecho fortuito». «Durante los próximos tres días los servicios municipales no regarán los jardines públicos, ni lavarán los vehículos municipales», advierte el Consistorio, que señala que «en ese tiempo los ciudadanos no deberán regar los jardines ni lavar coches, terrazas o aceras». El bando se dirige también a los empresarios de la hostelería y la industria para que recomienden a sus clientes el ahorro de agua.