G. ALOMAR
El dispositivo de seguridad que ha activado la Armada en Portopí,
destinado a la protección de la Familia Real, quedó levantado ayer.
Las unidades destinadas a este servicio abandonaron la estación
naval para digirise a sus respectivas bases tras una estancia que
se ha prolongado algo más de un mes. Se trata de un dragaminas, un
patrullero costero y una lancha patrullera de alta velocidad, con
un equipo de buceadores.
El buque de mayor porte, un dragaminas del veterano tipo «Júcar», desplaza 384 toneladas y mide 44 metros de eslora por 8'5 de manga. Su tripulación asciende a 39 tripulantes con 3 oficiales. Este buque ha sido destinado principalmente a guardias nocturnas, fondeado frente a Marivent y a escolta de regatas.
La lancha patrullera, de la clase «Barceló» ha operado como escolta del yate «Fortuna» dada su alta velocidad, que alcanza los 36 nudos. Con 36 metros de eslora por 5 de manga esta unidad con una dotación de 19 tripualntes, va equipada con una pieza de artillería Oerlikon de 20 milimetros/85 y dos tubos torpederos de 533 mm. En apoyo de estos buques ha sido destinado a Palma tambien un patrullero «Anaga» de 350 toneladas.