Los líderes de los partidos nacionalistas de Balears coincidieron en expresar su más profundo rechazo a lo que denominan «excesivo centralismo francés» en el caso de Córcega, «con la que nos une de forma muy estrecha el hecho insular y las reivindicaciones de autogobierno», explicaron Mateu Morro, secretario general del PSM, Bernat Joan Marí, presidente de la Federación Balear de Esquerra Republicana y Margalida Thomàs, portavoz de EU-Illes Balears.
Córcega ha sido noticia la pasada semana tras la renuncia del ministro titular de Interior del Gobierno francés, Jean-Pierre Chevènement, como protesta por una delegación de poder legislativo que se otorgaría a la isla. Según los analistas internacionales, «el controvertido esfuerzo del Gobierno izquierdista francés para poner fin al terrorismo separatista en Córcega desembocó el pasado martes en una séptima reestructuración ministerial en tres años. Chevènement anunció en julio su desacuerdo con el primer ministro Lionel Jospin sobre la solución con que se aspira poner fin a la violencia en esa isla que Francia adquirió a Génova en el siglo XVIII».
La mayoría de franceses ven a Córcega como «una isla que, a pesar de enormes subvenciones, se arrastra dentro del subdesarrollo, la corrupción, las redes mafiosas y el terrorismo nacionalista».
Para Mateu Morro, «sobre Córcega pesa la enorme losa centralista de la que ha hecho gala Francia desde tiempos remotos». Y añadió: «Nos une el hecho insular, pero hay diferencias abismales en las cuotas de autogobierno, muy superiores aquí, en Balears».
Bernat Joan Marí se refiere al «monolítico centralismo de Francia» como el principal obstáculo de esa isla para conseguir «ciertas licencias autonómicas».