El escocés Christopher Kerr convirtió un sueño en realidad al montar una granja de naranjas en Mallorca. En su país, era productor musical y en un principio sólo se planteó como afición el hecho de ser granjero. Pero en los años ochenta tuvo que vender el negocio que ostentaba en Escocia debido a la gran recesión que la economía internacional vivió por aquel entonces. Sin pensárselo dos veces se trasladó con su familia a Mallorca y compró un terreno a las afueras de Andratx que contaba con 500 naranjos.
Ahora, y tras casi veinte años, Christopher Kerr ha recogido sus experiencias en un libro que ha titulado «Snowball Oranges» («Bolas de nieve en las naranjas»). En Gran Bretaña se está vendiendo muy bien y en pocos días se podrá comprar en Mallorca. Su contenido no sólo es interesante por la atípica experiencia de Kerr, también porque ofrece un recorrido por la Mallorca de los años ochenta, cuando una gran parte de la Isla estaba todavía sin explotar y la agricultura constituía un buen negocio.
El propio Cristopher Kerr explica el porqué del título: «Cuando llegué a Mallorca estaba nevando y una fina capa de nieve cubrió nuestros naranjos». Enseguida el negocio de los naranjos le fue bien. El único temor que le invadió fue cuando España firmó la adhesión a la UE , ya que pensaba que esto redundaría en un descenso considerable de los precios, y a la vez de los beneficios. Pero, como asegura Christopher, «tuve mucha suerte, los mallorquines se portaron muy bien y compraron mis naranjas».
Respecto al libro, Christopher Kerr tardó ocho años en encontrar una editorial que se atreviera a comercializar su obra. Ahora es un éxito que ni el propio autor termina de encajar. Por ello prepara una segunda parte y no desquita la posibilidad de seguir después con una tercera. Y es que sus pensamientos se encuentran hoy concentrados en una nueva aventura: la literaria.