N. DOMBLÀS/J. MESTRE
Damià Cànoves, uno de los hombres del PSIB que parten con más
posibilidades de ser el próximo secretario de organización del
PSIB, defendió ayer la necesidad de que Margarita Nájera, actual
presidente del partido, forme parte de la nueva dirección del
PSIB-PSOE.
Para Cànoves, la presencia de Nájera es esencial en la dirección de los socialistas al tratarse de una de las líderes más significadas del PSIB-PSOE. Los socialistas celebran a partir del día 23 de este mes su IX congreso, en el que el president del Govern, Francesc Antich, será elegido nuevo secretario general. La necesidad de que Nájera ocupe o no uno de los puestos de la nueva ejecutiva ha comenzado a calentar el debate previo al Congreso. Fuentes cercanas al president del Govern aseguraron ayer que Antich no aceptará un coliderazgo en el partido formado por la bicefalia Antich-Nájera. Está descartado que Nájera sea la presidenta.
Desde este punto de vista añadieron que el president no comparte las tesis política defendidas por la alcaldesa de Calvià hace unos meses según las cuales Balears debería imitar el «modelo catalán» con un liderazgo compartido por el presidente y el secretario general. Si Nájera deja de respaldar estas tesis, el nuevo secretario general accedería a incluirla en la ejecutiva, según las fuentes cercanas al president del Govern consultadas ayer. Sin embargo, estas mismas fuentes reiteraron ayer que todavía es pronto para hablar de posibles acuerdos.
Sin embargo, además de la presencia o no de Nájera en la Ejecutiva, el debate precongresual se está centrando en la intención de Antich de reforzar el papel de las ejecutivas insulares en detrimento de la regional, como consta en la ponencia política que debatirán en el congreso. Algunos dirigentes del partido no están de acuerdo con este traspaso de poderes a las ejecutivas insulares y creen que el PSIB debe seguir manteniendo una dirección única, fuerte y consolidada.