Marily Coll celebró su cumpleaños rodeada de amigos, anoche, en el restaurante del hotel Bendinat. La diseñadora estaba preciosa. Lucía un vestido de gasa de color azul claro y blanco muy a juego con los pendientes, anillos y colgantes diseñador por Paloma Cuevas. Tras la cena, riquísima, no hubo tarta ni velas de cumpleaños "ésta quedó para más tarde, en Pachá", sino unos muy especiales postres.
Marily, que posiblemente sea la pionera en esto de la celebración de la fiesta de cumpleaños en torno a sus más allegados, mucho antes de que otros creyeran que las hubieran inventado, reunió... pues eso, a sus amigos más queridos, gentes de aquí, en absoluto famosas, que no salen en los papeles aunque algunos sí tienen que ver con ellos, como Pere Serra, presidente-editor de Ultima Hora ; Baltasar Porcel, escritor y colaborado de nuestro periódico; vimos también a Cristina Oliver, José María Civit, Bernadí Roig, Fabrizio Plessy y su esposa, los Qués con sus respectivas esposas, Pepe Cáceres, Àngel Suárez, Àngela Seguí de Última Hora Radio y Barny de Pachá.
Antes de sentarse en torno a las mesas bellamente engalanadas en la terraza comedor, frente al mar, se sirvió un cóctel. La cena fue base de ensalada del chef, gallo al horno y canutillos de crema con salsa de chocolate caliente. En los brindis se le deseó a Marily larga vida. Ya de madrugada, y en Pachá, se le presentó la tarta de cumpleaños que ella cortó y repartió entre los más faranduleros.