Entre los puntos más controvertidos de la futura ley de comercio promovida por el Govern balear hay uno referido a la venta de alcohol. En concreto, se trata del punto que señala que determinados establecimientos no podrán vender botellas de bebidas alcohólicas desde las 22.00 horas hasta las 08.00 horas del día siguiente.
Con esta medida, que afectará a las estaciones de servicio y a los comercios de conveniencia (tiendas «24 horas»), se pretende desincentivar el consumo de alcohol, en especial entre los más jóvenes, que suelen ser los clientes más habituales de los mencionados comercios, sobre todo en las noches de los fines de semana. ¿Qué efectividad real puede tener esa medida horaria para que la venta y el consumo de alcohol disminuyan? Ultima Hora se ha puesto en contacto con diversos especialistas en el tema y responsables políticos para que den su opinión al respecto.
«Estaría de acuerdo con estas restricciones, pues tienen una eficacia no sólo simbólica sino también real», señala Amador Calafat, asesor del Plan Nacional Contra las Drogas, y añade: «Es evidente que las leyes se pueden saltar, como ocurre en el caso de los motoristas que conducen sin casco, aunque cuantas más dificultades se pongan, mucho mejor». Demetrio Peña, presidente de PIMECO, también ve acertada esta medida «porque repercutirá en una mayor salud de la población y se evitarán accidentes. Algún comerciante se sentirá perjudicado, pero el bien general está por encima del particular». Peña recuerda los casos de algunos estados de EE UU, en que la venta de alcohol está muy restringida. «Creo que, en este sentido, sería deseable copiar alguna de las cosas buenas que tienen los americanos», concluye.