La totalidad del sector agrícola de Mallorca arremetió ayer, después de conocer la nueva subida del gasóleo que coloca el precio del combustible por encima de las 80 pesetas el litro, contra la política de las grandes empresas de combustible ya que, coincidieron, la agricultura de la Isla puede desaparecer si no se reducen los precios en un plazo corto de tiempo.
La insostenible situación se ve agravada por los dramáticos meses que ha tenido que superar el sector isleño, con la mayor sequía de los últimos 50 años y con la perdida de rentabilidad de sus productos debido a la competencia de género foráneos. Así las cosas el sindicato Unió de Pagesos, a través de su coordinador, Joan Más, aseguró ayer que se están planteando «seriamente» movilizar a sus socios el próximo mes de septiembre ya que, según sus propias palabras, «es imprescindible que el Gobierno central reaccione por que si no habrá una fuga de profesionales hacia otros sectores».
Mas calificó de «sospechoso» el hecho de que Madrid no haya intervenido ya para frenar las constantes subidas del combustible y lo achacó al beneficio que le produce al Gobierno central el impuesto sobre hidrocarburos, «ya que se quedan con 14 pesetas por cada litro que se vende». En los mismo términos se manifestó el presidente de la Federación Agrícola y Ganadera de Balears, Fernando Dameto, quien aseguró que el Gobierno central «tiene la clave para imponer una política de contención de precios». Dameto, que no descartó sumarse a las posibles movilizaciones, remarcó que el sector agrícola, al contrario que el de transporte, (que ya ha subido precios), no puede repercutir en sus productos el aumento del precio del combustible ya que tienen la competencia del género agroalimentario de otros países.