El festejo de rejones celebrado en la calurosa noche del miércoles en el Coliseo registró algo más de media entrada. Se lidiaron seis novillos del hierro de San Román. El sexto fue devuelto a los corrales por cojo, siendo sustituido por otro de la misma ganadería. En general colaboraron en la lidia, aunque algunos se querenciaron en el primer tercio.
Francisco Benito, vuelta y oreja. Andy Cartagena, dos y una orejas. Diego Ventura, una oreja y palmas tras aviso. Con gran acierto actuó en el palco el presidente Gregorio García, cambiando al que cerró plaza, y fue muy eficaz la labor del mayoral Fabio Sánchez con su joven parada de cabestros. Lo más destacable del toreo de Francisco Benito fue el tercio de banderillas en ambos de su lote, donde demostró arte y precisión, sobre todo en las que puso al quiebro, y a dos manos de fuera adentro. Con las cortas arrancó fuertes palmas al clavarlas seguidas y reunidas. Pero Benito mató mal, bajonazo contrario al primero y rejón trasero, contrario y descabello al segundo.
Andy Cartagena no estuvo acertado con los rejones de castigo. Salió entonces a relucir su amor propio y enceló al novillo dando una rápida vuelta ante su cara antes de prender con acierto el segundo par arrimado en tablas. Y luego más vueltas antes de prender al violín largas y también cortas, algo que animó mucho los tendidos. Acabó de certero rejón. Espectacular fue también el tercio de banderillas a su segundo, empleándose con detalles de excelente doma. Mató de rejón trasero. Diego Ventura logró en ambos clavar los de castigo bien reunidos, templo en banderillas, citando de frente y quebrando muy bien, siendo excelentes los pares a dos manos.