La decepción fue el sentimiento que reinó en la noche del martes en la macrodiscoteca BCM. Este sentimiento no fue debido a la propia discoteca en sí, que organizó el evento que todo el mundo esperaba a la perfección, sino que se debió a la propia protagonista del espectáculo. La Spice Girl pija, Victoria Beckham, fue la invitada de excepción que dejó estupefacto al público que se reunió en Magaluf por tres motivos principales. El primero fue que, no haciendo gala de «la puntualidad inglesa» "tal y como había pasado en la rueda de prensa que se habría ofrecido horas antes", Victoria, que tenía que haber comenzado su actuación a la 1.30, se demoró bastante, llegando al escenario a las 4.00 horas, y eso que ya se encontraba en el recinto desde tres horas antes.
La segunda decepción de la noche surgió cuando, al igual que sucedió en Eivissa hace un par de semanas, la actuación fue un auténtico desastre debido a su fugacidad. Dane Bowers, el actual partenaire de la Spice, fue el que más se comportó ya que tuvo la decencia de cantar dos canciones, algo que era de agradecer, puesto que la protagonista del espectáculo sólo entonó una canción. «Out of Your Mind» fue el single que compartieron ambos cantantes, provocando la histeria y los gritos de los presentes. Al finalizar la canción, la cara de más de uno mostraba la desilusión provocada por la brevedad de la actuación. A otros, los más fanáticos, no les importó nada la duración del espectáculo porque para ellos esos cinco minutos de interpretación habían sabido a gloria.
Por último, es necesario destacar que Victoria Beckham no se esforzó mucho guturalmente hablando, puesto que su esporádica actuación se realizó en su totalidad en playback. Aunque no se pudo escuchar su voz en directo, sí se pudo contemplar la magnífica coreografía que tanto ella como su equipo de bailarines interpretaron para la ocasión, en una mezcla de pop y rap.
Al finalizar su esporádica actuación, Victoria se encaminó arropada por una gran cantidad de «gorilas» hacia la cafetería de la planta superior con aires de grandeza, evitando todo contacto con sus fans. Las escenas que más se sucedieron fueron las protagonizadas por algunos admiradores incontrolables, que deseaban fervorosamente un autógrafo o una instántanea de su ídolo. Más de un desmayo y algún que otro llanto de histeria hicieron recordar los tradicionales conciertos de las Spice Girls en sus mejores tiempos. Y después de la tormenta volvió la calma. La gran cantidad de jóvenes, cuya edad no superaba los 20 años, regresó a la pista para presenciar el magnífico espectáculo de baile ofrecido por los diversos «gogós», acompañado de la luz cautivadora del láser. BCM acogió la gran noche del espectáculo.