Las galerías de la Plaça Major han renacido de sus cenizas. La mayor parte de los cerca de 60 locales situados en los bajos de la plaza han reabierto sus puertas, las cuales cerraron el pasado enero para emprender la primera reforma en sus 27 años de existencia, que han costado 341 millones.
Las obras han eliminado unos 17 comercios, que antes se encontraban cerrados, y sus propietarios han constituido una comunidad de bienes que alquilará el espacio a la nueva superficie comercial, Syp Consum, que se abrirá, según lo previsto, en la segunda quincena de septiembre.
Aunque todavía no se puede hablar de un porcentaje de incremento de ventas, y pese al retraso que ha acumulado el proyecto, los comerciantes están más que satisfechos de los resultados y aseguran que las ventas han mejorado y baja más gente, «el retraso ha valido la pena», declaró Joan Gómez, presidente de la Asociación de Comerciantes de la zona.
Los comercios, muchos de ellos, han modificado en buena medida el género de productos a la venta y se han comenzado a comercializar firmas importantes. Las escaleras mecánicas instaladas en cada una de las tres entradas están ya en funcionamiento.