Pues la volvemos tener aquí. Nos referimos a Antonia dell'Atte. Y, de nuevo, con la gorra puesta; gorra de visera, por lo que sigo preguntándome si la marca de ropa deportiva la estará patrocinando, porque si no, con la cara tan bella que tiene esta mujer, ¿a qué viene tenerla a diario tan en la sombra?
Ayer, en compañía de su hermana, que también es hermosa a rabiar, de su hijo Clemente y de su sobrina, estuvieron en Aquacity. Antes de meterse en el bañador y deslizarse por los toboganes, amablemente posó ante los medios de comunicación que allí se encontraban, eso sí, sin decir ni pío. ¡Qué pena! Porque nos habría gustado saber qué hace siempre con la gorra puesta, si duerme con ella y si es cierto lo de ese amor secreto que dicen que tiene. Porque nosotros, la verdad, el único amor secreto que conocemos es el barcazo en el que navegó ayer, que suele pernoctar en Puerto Portals, barco en el que también navegó días atrás Mendoza.
Y por supuesto, también le habríamos querido preguntar si su hijo Clemente ha finalizado con éxito el cursillo de vela al que ha asistido en las últimas semanas en el Club Cala Nova, y si su ex, el conde, le ha pagado por fin las mensualidades que, según publicó una revista, le debe. Pero Antonia prefiere no hablar, eso sí, nos deja a cambio de su voz inaudita su personal e intrasferible "y hermosa" sonrisa.