Son distintos los estilos de vestir que este verano podemos observar por la calle. Cada persona tiene su propio estilo, pero siempre hay una base que los enmarca dentro de uno en concreto. Colores, materiales, medidas, formas, ... son algunos de los rasgos que caracterizan uno u otro estilo.
Entre las chicas hay por el momento cinco modas que reinan. «La sofisticada» es aquella que se rige por el buen gusto, el glamour y el buen vestir a todas las horas del día. Los colores predominantes de este estilo son los claros y veraniegos, tonos que resaltan la figura y el bronceado de la portadora. Prevalecen los vestidos y las faldas a la altura de la rodilla, y los pantalones piratas que acentúan las curvas. En ocasiones, este estilo se asocia a las prendas de marca. La «hippie» se caracteriza por la conjunción de prendas de distintos estampados, que normalmente no combinan. La filosofía básica es «vestirse para vivir» y no «vivir para vestirse». Las camisetas desteñidas, la acumulación de collares tibetanos, bolsos de hilo y abarques son algunos de los complementos de esta moda.
Hay otras féminas que prefieren la comodidad a la elegancia, son las «deportistas». Aquellas que, a pesar del abrasante calor veraniego, no se quitan de encima las bambas de distintos colores y formas, acompañadas de calcetines. Pantalones de chándal, camisetas ceñidas y mochilas cruzadas dan un toque de Mel C de las Spice Girls. Estas eligen los colores llamativos del verano, al contrario que la moda «altenativa», aquella que sólo reconoce un color o, mejor dicho, la ausencia de él. Camisetas, pantalones, turbantes, zapatos, mochilas,... todo en un mismo tono: el negro. Sólo hay dos elementos que rompen esta oscuridad: los distintos tatuajes y piercing que adornan los cuerpos.