La Capitanía Marítima ha registrado en lo que va de año un total de 280 denuncias en materia de infracciones náuticas. Esta cifra supone un considerable incremento frente a las 216 contabilizadas por las mismas fechas en 1999. Entonces, el total anual fue de 456 y se espera que este año supere las 500. El incremento en el número de sanciones se atribuye al progresivo aumento de embarcaciones de recreo, que acaparan el 50 por ciento de las emergencias registradas, de las cuales mas de 30.000 tienen su base en Balears "un cuarto del total nacional", y tambien a la mayor afluencia de visitantes.
La atribución de la vigilancia marítima se divide entre el servicio de la Guardia Civil del Mar y Aduanas, con la patrulla de puertos y costas que actua en los muelles y clubes náuticos. La Capitanía Marítima ha abierto este año 90 expedientes sancionadores, cuya cuantía oscila entre las 150.000 pesetas y los 15 millones de pesetas, según la gravedad. En materia de seguridad las multas puede alcanzar los 30 millones de pesetas. Buen número de las infracciones menores corresponden a motos acuáticas. Tambien se han dado casos de contaminación, para lo cual se preven multas de hasta 100 millones; velocidad excesiva en puertos; sobrecarga de pasajeros en embarcaciones de recreo como golondrinas y abordajes.
El objeto de estas sanciones, según la Capitanía Marítima, es hacer cumplir la normativa más que realizar una función recaudatoria. Asimismo, parte de las infracciones detectadas tambien se deben a la propia ignorancia del usuario, como falta de documentación en regla (despacho) a la hora de zarpar. Todos los años la Capitanía Marítima publica un edicto en el que da cuenta de las normativas de navegación y las modificaciones introducidas en el reglamento.