No hay mal que por bien no venga
Pues ¡aleluya! Creo que estamos en el día, o en vísperas, de que el Fortuna salga del dique seco y comience a navegar con la seguridad de que, al menos en lo que resta de verano, no dará ninguna espantá. Nos alegramos por la Familia Real, que así podrá sacar a dar un paseo marinero a los reyes de los belgas, que llegan a Palma a finales de la próxima semana. Y... bueno, pues que lo dicho; que gracias a la avería, que no reajuste ni cambio de aceite como nos vendieron, hemos visto, mejor que nunca, a los inquilinos de Marivent. Que con el Fortuna en buenas condiciones, no hubiera sido posible. Así que, en lo que a nosotros respecta, no hay mal que por bien no venga.
El Rey en el Blue
Ayer, tras la entrevista que mantuvo con el canciller Schröder, el Rey y los duques de Lugo, en la gomonne, se desplazaron desde la base naval de Portopí hasta el Blue One, de Valentino, fondeado frente a Gesa, con el que estuvieron navegando, o mejor, dando vueltas, sin detenerse ni un instante, hasta las seis de la tarde. Llegada esa hora repitieron la misma acción, pero al revés, desembarco del One en la gomonne con la que regresaron a Portopí. Por eso decimos, ¡bendita avería!... para nosotros, claro, pues de no haber sido por ella, ¿de qué hubiéramos visto tanto este verano a la Familia Real?
El Príncipe, a dieta
A la espera de que aparezcan por ahí Rosario Nadal y Kiril de Bulgaria "no sé si ayer estuvieron en la fiesta de Claudia, aunque si están en Palma debieron asistir, pues son buenos amigos" les cuento dos cosas, una: que el Príncipe Michael de Kent, que creo que es el 26 en la cadena sucesoria de la corona británica, y su esposa, huéspedes estos días de es Canyar "o si lo prefieren, Ca Na Macaya", han sido "y seguirán siendo" los más invitados a cenas y saraos del verano, pues no se están perdiendo ni una. Dos: que el príncipe Tchokotoua, de quien no teníamos noticias desde hacía año y medio, y que en un día "jueves" nos lo encontramos dos veces, ha adelagazado bastante. ¿Ejercicio, carreras por el Passeig Marítinm? ¡No! Dieta y pasar algo de hambre. ¿Y qué más...?¡Ah bueno, sí!, su mujer, Marieta Salas, corta con el verano mallorquín repleto de cenas y de glamour durante una semana, pues tengo entendido que hoy viaja con sus caballos lejos de la isla, ¿a un concurso? Mucha suerte. Venga, hasta el lunes. Que les vaya bonito.