Mallorca es una fiesta diaria
No lo duden, pues así es. Y eso que no contamos las que se nos escapan, pero yo creo que salimos a fiesta por día. O más. Pasa cada año. El verano se inicia con la Copa del Rey, donde los famosos escasean, y continúa con el verano de famosos, que de unos veranos a esta parte suele inaugurar Valentino o Claudia Schiffer. O los dos, como en éste. Así, anteanoche, en el Flanigan hubo cena. Invitaba no se si Valentino o si un inglés llamado Pedro Guirao. Da lo mismo. Fue una cena espléndida, que se inició con una picada y que siguió con pescados múltiples, prolongándose la velada hasta pasada la una de la madrugada.
Además de los Valentino y Guirao, y de los que señalamos en nuestra edición de ayer, hay que añadir a la lista otros que se nos quedaron en el tintero, como el banquero Antonio Escámez, que se sentó al lado de Cecil Sandberg, y los Haradi, Peter y señora "dueños de la finca Moncaire", ésta muy guapa, muy elegante, muy distinguida, que llegó con Tchokotoua y una joven rubia, discreta; también vimos al actor, que me perdonarán que no recuerde su nombre pero que aparece en la serie Friends, alto, moreno, vestido de negro, que se desplazó desde el barco de Valentino, el Blue One, al restaurante, junto con otros invitados, en zódiac.
También estaba la hija de Rostropovich, a quien vimos departiendo, antes de la cena, con el príncipe Michael de Kent, un hombre la mar de divertido según quienes le conocen y que si se fijan bien en él tiene un parecido asombroso con el zar Nicolás II, y que esa noche vestía de blazier azul marino y pantalones de rayas.