Ayer empezó la primera jornada de la decimonovena regata de la Copa del Rey. Sin duda, el día no podía haber sido mejor, un sol abrasador pero con un viento fuerte que duró todo el día, que si bien favoreció la navegación, también propició sendos choques entre numerosos barcos originando la retirada de algunos como el del «Espíritu Santo», que se había presentado unas horas antes con la presencia del príncipe Felipe.
Hacia las 10.30 de la mañana aparecía en el Club Náutico de Palma Su Majestad el Rey conduciendo un Wolkswagen negro, el llamado «nuevo escarabajo». Con la llegada del Rey se daba por inaugurada la Copa del Rey de este año 2000 aunque oficialmente todavía quedaban algo más de dos horas para que sonara la señal de salida. A su llegada al puerto, el Rey fue recibido muy amistosamente por los hermanos Puig y, a continuación, y haciendo gala de la simpatía que le caracteriza, fue estrechando la mano a todos los demás tripulantes que se encontraban por allí. Un poco más tarde, y acompañado del resto de su tripulación, marcharon en una «Gomona», en busca del «Bribón» que se encontraba amarrado unos pantalanes más allá de donde estaban.
Hacia al mediodía, todos los barcos ya estaban preparados para salir, y los fotógrafos se agolpaban para tomar la última instantánea de la salida del Club Naútico. Con una puntualidad británica, esta decimonovena Copa del Rey dio comienzo a las 13.00 horas en punto. Entonces era el momento de las embarcaciones grandes, las más pequeñas salieron unos minutos después.