La formación y profesionalidad de los enfermeros y enfermeras de Balears está reconocida más allá de las fronteras españolas, hasta el punto en que las Islas se han convertido en un filón para muchos centros sanitarios europeos.
Responsables del Policlínico de Monza, situado al norte de Milán, han visitado este mes de julio la Escuela de Enfermería de la Universitat de les Illes Balears con el fin de proponer a los recién diplomados trabajar en este complejo hospitalario privado. Tras conocer el proyecto, al menos quince enfermeros/as isleños han aceptado trabajar en el Policlínico de Monza y se incorporarán a sus nuevos empleos en octubre.
La directora de la Escuela de Enfermería, Berta Artigues, explica que el Policlínico de Monza pretendía realizar 50 contratos, «por lo que es probable que al final se animen más diplomados». En este sentido, Carme Alorda, subdirectora de la escuela, dice que las condiciones laborales son muy buenas, ya que ofrecen alojamiento, profesor de italiano, sueldo similar al de aquí y 36 horas semanales. Artigues, que considera muy importante este reconocimiento, insiste en que «la formación en España no es inferior a la del resto de Europa, al contrario, nuestros profesionales están muy bien considerados y a menudo se les propone trabajar fuera del país». Artigues explica que el motivo de que el citado policlínico milanés recurra a la cantera balear es que «allí esta profesión está bastante desprestigiada y hay poca gente que se diploma, al contrario que aquí, donde hay mucha demanda para cursar esta carrera».
La demanda de diplomados en enfermería, tanto fuera como dentro de las fronteras del Archipiélago, implica que apenas haya paro en esta profesión. Según Berta Artigues, en torno al 90% de los universitarios que estudian tercer curso en la Escuela de Enfermería de la UIB se diploma cada año. De estos, alrededor de quince consiguen un contrato en el Hospital Universitario de Son Dureta, según la directora de Enfermería del centro, Encarna Ruedas. No obstante, Artigues y Ruedas confirman que el cien por cien de los diplomados de Balears logran un puesto de trabajo al terminar sus estudios en la red sanitaria balear.