Hubo una vez un tiempo, sin duda antes de los cambios debidos al Concilio Vaticano II, en que los campanarios de nuestras iglesias tenían, entre otras nobles funciones, la de ser escondrijo de monaguillos traviesos y la de facilitar que las cigüeñas hicieran en ellos sus nidos. Pero los tiempos van cambiando, apenas quedan monaguillos "traviesos o no", las cigüeñas parecen preferir nuevos aposentos y el lugar que han dejado en los campanarios de las parroquias de nuestros pueblos va siendo ocupado poco a poco por... antenas de telefonía móvil.
La primera antena se instaló en Sineu hace tres años. Y ahora, gracias al convenio firmado hace dos meses entre el Obispado y dos empresas de telefonía móvil, se han ido instalando las mencionadas antenas en los campanarios de las parroquias de Sineu, Selva, Caimari, Pla de Na Tesa, Calvià, o Lloret. En breve está prevista la instalación en otras parroquias, como, por ejemplo, las de Pont d'Inca, Capdepera, Santa Maria del Camí y Búger. Para más adelante están proyectadas las de Llucmajor, Cas Concos, Consell y Muro, nuevos enclaves previstos.
Joan Servera, vicario episcopal de Asuntos Económicos, señaló a Ultima Hora que tanto los primeros contactos como los acuerdos finalmente suscritos con las empresas de telefonía tienen su razón de ser en que en muchos pueblos las iglesias parecen ser los edificios más idóneos para instalar las antenas debido a su altitud. Servera añadió que ha sido deseo expreso del Obispado que las antenas causaran las mínimas molestias posibles y que respetaran el entorno arquitectónico, de ahí que el lugar más adecuado para instalarlas parezca ser dentro de los campanarios. En este sentido, las distintas empresas interesadas no han puesto hasta el momento ninguna objeción.