Como un huracán llegó ayer a Son Sant Joan la actriz Ana Obregón. Toda ella iba enfundada en un ceñido conjunto color rosa, tacones de aguja y gafas de sol. La presentadora llevaba de la mano a su hijo Àlex, que ha crecido mucho desde el año pasado. El niño evitó con su manita que los múltiples periodistas que allí se encontraban fotografiaran a su espectacular madre, pero Ana se mostró encantadora con todos, dedicó una pequeña sonrisa y contó de manera escueta a qué venía a Palma.
Esta primera visita a Balears en la temporada, pero va a ser breve, ya que sólo a venido a pasar el fin de semana junto a los suyos y a hacerse un reportaje en las bellas playas mallorquinas. Tras recoger el equipaje, escoltada en todo momento por un guardaespaldas, su hijo y un amiguito de éste, dejó el aeropuerto para dirigirse a su residencia en Costa dels Pins.
Una vez allí y tras saludar al servicio, se puso la parte de arriba de su bikini multicolor, unos pantalones fucsia pirata y coleta de caballo. Como el día apareció un tanto nublado, Àlex y su amigo estuvieron jugando con un balón en la terraza posiblemente dejando la playa para otro día. Mientras ellos jugaban, Ana se dedicaba a hablar por teléfono y los pequeños a incordiar a los paparazzis. Después se desplazaron hasta el golf de S'Era de Pula, donde estuvieron fotografiándose.