El presidente de Castilla-La Mancha y candidato a la Secretaría General del PSOE, José Bono, aseguró ayer que la ejecutiva que resulte elegida en el próximo congreso no tiene que ser «vicaría» de las posiciones de tutela que puedan ejercer distintas personalidades del partido. El candidato, que ayer participó en Palma en la campaña interna que celebran los socialistas para la elección del secretario general, reiteró que este congreso «no es de González», si bien insistió en que la gustaría que fuese el presidente del partido.
Bono pidió a los delegados una «mayoría sólida» para liderar el partido y aseguró que sin esta mayoría, no se ve con ánimo «de llevar adelante al PSOE hacia la victoria electoral». José Bono se mostró dispuesto a integrar a otros candidatos en su candidatura, si bien aclaró que eso dependerá del procedimiento que se elija para la elección de la ejecutiva. «Estoy dispuesto a la integración pero por convicción, no por un trato previo», aseguró.
José Bono insistió en que la gustaría conseguir una ejecutiva plural «en la que quede de manifiesto la voluntad de integrar y de consensuar». Bono descartó la posibilidad de retirar su candidatura y afirmó que aspira a convertirse en el candidato de los socialistas a las próximas elecciones generales.
El presidente castellano-manchego aseguró que no hace «una valoración negativa» de la proliferación de candidatos a la Secretaría General del PSOE, si bien consideró que, tal y como está el partido debido a la mutiplicación de candidatos, se necesita una dirección «fuerte».
Con respecto a la necesidad de renovación en el partido, Bono, que lleva 17 años en la Presidencia de Castilla-La Mancha, consideró que este concepto «no es algo que tenga que ver con la biología, sino con planteamientos de modernidad». Bono añadió que hay jóvenes «que tienen telarañas en el cerebro», si bien quiso dejar claro que, con este reflexión no se refería a su «amiga» Rosa Díez.