Hoteleros de las principales zonas turísticas de Mallorca han empezado a adelantar las vacaciones de sus empleados como consecuencia de la baja ocupación que se está registrando en estos momentos. Según confirmó ayer el presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Pere Cañellas, «la caída del negocio con respecto a la pasada temporada se sitúa entre el 20 y el 25%, y por ello, muchos empresarios han decidido conceder vacaciones a su personal, un hecho que no se producía en la isla desde la década de los ochenta».
Cañellas expresó su preocupación por el descenso de la actividad en el sector de alojamiento, circunstancia que ya se había denunciado semanas atrás y que el empresario atribuyó a «varias causas».
«Todo nos está saliendo mal en el inicio de esta temporada», afirmó Cañellas. «Los problemas de la falta de agua, los cortes en el suministro eléctrico, la noticias alarmistas difundidas en la prensa alemana, la crisis abierta por la ecotasa y hasta las amenazas de ETA a nuestros empresarios han contribuido a crear un clima enrarecido en nuestro negocio», afirmó. El presidente de la patronal advirtió que el sector turístico «es muy sensible a cualquier indicio de anormalidad en el destino elegido por los usuarios», y por ello, «no nos extraña este inicio tan desalentador de la temporada», subrayó.
Cañellas explicó que unas 60.000 personas están vinculadas laboralmente a la actividad hostelera en Balears, y que la decisión de muchos empresarios de adelantar el período de vacaciones a su personal «es muy preocupante».
«Es cierto», insistió, «en que partimos de cifras muy altas, ya que el desarrollo de la pasada temporada fue muy bueno. Pero nos preocupa este descenso significativo de clientes, aunque nuestros datos no se correspondan con las cifras que da el aeropuerto de Palma, que siguen siendo óptimas, pero que no se reflejan en nuestros establecimientos».