Se han cumplido dos años desde la aprobación por el Parlament de la reforma psiquiátrica y los avances no parecen satisfacer a muchos. La reforma que consiste en una serie de cambios en la infraestructura y el sistema de asistencia del paciente, contemplaba un plazo de cuatro años para su conclusión, pero, al parecer, el presupuesto es insuficiente y el hospital sigue funcionando sin muchas modificaciones.
Desde la Conselleria de Sanitat i Consum, se afirma que durante el tiempo que aún estuvo el anterior Govern (del PP) de noviembre del 98 a julio del 99, no se comenzó a aplicar este plan, ya que ni tan siquiera se constituyeron las comisiones que tenían que ponerlo en marcha y que desde la llegada de Aina Salom, hace diez meses, la reforma ha logrado un notable impulso. El plan incluía una partida presupuestaria de unos 481 millones de pesetas en dos años. Hasta el momento se han invertido unos 150 millones de pesetas y se tiene previsto para este año incorporar otras partidas cuyo valor no se estipula. Se han constituido la Comisión Institucional de Salud Mental y el Comité Técnico de Salud Mental, que entre otros trabajos tienen que adecuar el plan a la actualidad, establecer el mapa de recursos sanitarios en salud mental y poner en marcha las subcomisiones de este plan, en la que participarán familiares, usuarios y profesionales. Las obras, aseguran desde la Conselleria, van por buen camino.
Según el director del Hospital, Ricardo Carretero, «de momento lo que se hace es llevar progresivamente las secciones de agudos hombres y mujeres a la sectorización de la hospitalización breve, pero mientras que el plan en su conjunto no tenga la dotación no podremos saber cómo se dibujan esas dos unidades. Supongo que antes de Navidad las dos unidades serán sectoriales (una para Palma y la otra para Inca) y mixtas». Azpeleta asegura, por su parte, que el déficit es de asistencia hospitalaria y el jefe de la unidad de agudos mujeres, Antoni Contreras, afirma que falta personal.