No los recibió. Al menos no personalmente. Delegó en un miembro de su gabinete quien aceptó y agradeció los obsequios "tarta y cava conmemorativos" con los que la Agrupació Gai i Lesbiana Ben Amics pretendía obsequiar al president del Govern, Francesc Antich, con motivo del primer año de mandato del Pacte de Progrès.
La presencia de miembros del colectivo de gays y lesbianas ante el Consolat de la Mar, con su presidente, Pere Morell; vicepresidente, Toni Esteva, y gerente, Montse Tuset, al frente, tenía doble vertiente. Una festiva por cuanto a nadie molestó sino que alegró la vista, contemplar la explanada del Consolat alfombrada por una enseña con los siete colores del arcoiris, símbolo de la diversidad de, creencias, razas y opciones sexuales, consustancial al ser humano. Otra reivindicativa, al ser fin último del colectivo gay ser recibido por Antich, después de 150 días de ver postergada su petición de audiencia para abordar con él y su gabinete, una redacción concertada de la tantas veces anunciada como pospuesta regulación de las parejas homosexuales de hecho a través de una ley del Parlament.
Al final, todos quedaron felices y contentos. El president recibió su tarta y sus botellas de cava con el lema alusivo al Pacte de Progrés. El colectivo Ben Amics, promesa formal, cursada a través de un escrito firmado por la jefa del gabinete de Presidència, Maria Rosselló, de que serán recibidos en audiencia por Antich el próximo 20 de julio.