El sábado por la noche, las delicias gastronómicas de María, madre de Joan Guaita, fueron las protagonistas de la velada, con permiso del anfitrión, que no será capaz de enfadarse si comienzo esta crónica social del día de su santo alabando hasta la saciedad a su mamá.
Prueba de ello es que los invitados, todos ellos excelentes retóricos, fueron incapaces de pronunciar ni una sola frase coherente mientras accionaban las mandíbulas, porque era imposible desviar la atención del menú: berenjenas rellenas, pollo con salsa de anacardos, selectos fiambres, quiche lorraine, tortilla de espinacas, ensaladas, tumbet, helado y una coca de albaricoques de antología. Al empezar la fiesta, cuando comentaron que María lo había preparado absolutamente todo creí que la hallaría postrada en una chaisse-longue con un frasco de Coramina, pero la buena señora estaba fresca como una rosa, obsequiando a los presentes con su habitual buen humor. La cena fue servida en el salón principal de Guaita's, que está llena de obras de arte y me pareció interesante dar cuenta de las mencionadas delicatessen apoyando el codo sobre una escultura famosa.
Después de la cena los invitados recuperaron el habla y se diseminaron por las distintas estancias, aflojando la «sinhueso». Estaban los hermanos gemelos Ques, Tomás y Santiago, con sus «respectivas», Gepi y Antonia Corró, ¡ que también son gemelas! y Joan Carles Bibiloni y Pedro Vidal, que me secundaron al proponerle a Paula Serra, directora de TeleNova, que ponga en marcha «El Gran Gallinero», programa de TV que consistiría en encerrar a personajes mallorquines en un ídem, con una dieta de tres huevos de quica por semana y pruebas tan interesantes como incubar huevos y cacarear al amanecer.