Los taxistas de Palma están muy indignados con el proceder de algunos compañeros de Llucmajor, que han aprovechando el paro de los dos últimos días para realizar servicios en la Platja de Palma y dentro de la ciudad. «Es una clara provocación y si alguno de estos taxistas se topa con un piquete va a tener problemas», advirtió ayer el presidente de PIMEM-Palma, Gabriel Moragues.
Según éste, la segunda jornada de huelga convocada transcurrió ayer con tranquilidad, con un seguimiento total. Un taxi de Pollença acudió al aeropuerto a cargar y logró su propósito de recoger a un cliente gracias a la protección policial, aunque entre los insultos de los profesionales de Palma allí presentes.
Los viajeros, así como los palmesanos en general, volvieron a padecer las consecuencias de la huelga, al encontrar las paradas desiertas y los autobuses de la EMT más llenos de lo habitual. Para mañana hay previstas otras ocho horas de paro, de 8.00 a 12.00 y de 16.00 a 20.00 horas, que sólo puede evitar la reunión que deben mantener hoy el alcalde de Palma en el Ministerio de Fomento.