Nervios, tensión y el repaso de apuntes a última hora fue la tónica dominante de la primera mañana de pruebas para superar los exámenes de acceso a la universidad, la Selectividad. El campus de la Universitat de les Illes Balears (UIB) se ha transformado, durante los tres primeros días de esta semana de junio, en el escenario de unos exámenes en los que chicos y chicas se juegan su futuro inmediato y su posibilidad de poder matricularse en la carrera deseada.
Un grupo de chicas, que este año son mayoría en las pruebas de acceso a la universidad, se animaban, unas a otras, a la hora de enfrentarse a los exámenes. Aina Martorell se manifestó a favor «de que se cambie el sistema para evaluar nuestros conocimientos. Hace años que se pide que se suspenda la Selectividad, pero aún nos tenemos que enfrentar a los exámenes. No sé si este tipo de pruebas es el sistema más justo para evaluar nuestros conocimientos». A Marga García le sobraban nervios y le hacía falta «una tila o algo» para tranquilizarse. Quiero estudiar Derecho y no puedo fallar en la Selectividad», comentó a este periódico.
Los chicos estaban tan nerviosos como las chicas, aunque lo intentaban disimular algo más. «Lo que tenga que ser será. No quiero preocuparme más, creo que he estudiado y me he preparado lo mejor posible», afirmó Andrés Martínez. Los otros chicos apoyaban también las mismas tesis de su compañero, si bien para Francesc Tous, «aprobar la Selectividad no debe ser sólo cuestión de haber estudiado, supongo que la suerte, como en tantas otras cosas, tiene mucho que ver»; a lo que Miquel Montserrat apostilla: «Si Francesc tiene razón, esperemos que la suerte nos toque a nosotros y pasemos un buen verano».