El acto de homenaje al antiguo decano del Ilustre Colegio de Abogados de Balears Bartomeu Sitjar se convirtió en un acto crítico y reivindicativo a la vez, al denunciarse las carencias del mundo de la abogacía hoy. Las mayores críticas fueron para el Consejo General de la Abogacía.
El encuentro, presidido por el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, el decano del Colegio de Abogados, Llorenç Ros, y el secretario del mismo, Arnaldo Garau, se inició con la entrega de diplomas para los abogados que celebraban las bodas de oro y de plata en el ejercicio de la profesión.
A continuación tomó la palabra Bartomeu Sitjar, quien, tras agradecer la calidad del retrato que le ha hecho Emma Cano con motivo del homenaje, señaló que la abogacía está hoy poco considerada, «uno de los motivos es que se ha abandonado la defensa de la abogacía desde la cúspide de quienes nos dirigen», en clara alusión al Consejo General de la Abogacía. A continuación indicó que «la Administración nos tiene completamente abandonados». En cuanto a la labor de los abogados indicó que «si no se es independiente no se es nada. Debemos defender nuestra independencia y libertad», y añadió: «Hoy la abogacía es un cuerpo muerto». Para superar esta crisis pidió «la separación del Consejo General de la Abogacía». «A nivel local, la abogacía ha de ser el primordial objetivo de nuestro colegio. Si no se hace así, saldrán asociaciones de abogados independientes». «No podemos exigir que se nos respete si no nos respetamos nosotros». Terminó con una apelación a la esperanza en forma de verso de Antonio Machado, «hoy es siempre todavía».