El secretario general de UGT en Balears, Lorenzo Bravo, acusó ayer a los responsables de GESA de haber gastado durante estos últimos años más dinero en despidos y jubilaciones anticipadas que en inversiones para mejorar las infraestructuras de la empresa en las Islas. Según Bravo, GESA está buscando «el beneficio puro y duro en lugar de mejorar sus instalaciones».
«Se han gastado miles de millones en reestructuraciones de plantilla en lugar de invertir este dinero», añadió. De hecho, frente a los 1.900 trabajadores que había en plantilla en 1998, en estos momentos el número de trabajadores ya está por debajo de los 1.400 y es muy posible que se siga reduciendo especialmente tras su integración en Endesa. Los representantes sindicales han denunciado reiteradamente estas intenciones de la compañía y han criticado el progresivo desarraigo de GESA de la sociedad mallorquina tras su absorción por Endesa. Cabe recordar que los trabajadores de es Murterar convocaron una huelga el pasado 31 de diciembre para protestar por la escasez de plantilla. La huelga no llegó finalmente a realizarse, pero conflictos similares se han vivido en otras instalaciones de GESA, como es el caso de Campos. Los sindicatos denuncian que es difícil mantener las instalaciones con una plantilla cada vez más escasa.
Tras su reunión con Antich, el presidente de la empresa, Bartomeu Reus, recordó que la compañía tiene prevista una inversión en la Comunitat de 75.000 millones de pesetas, de los que 50.000 servirán para instalar nuevos grupos de potencia en Son Reus y en Eivissa y el resto se destinará a la construcción de infraestructuras de transporte y de distribución de la energía producida.