Durante cuatro años Mallorca fue la capital del mundo de la música. Por espacio de unos días se convertía en antena difusora de una creación artístico - musical que se celebraba en el Auditòrium de Palma.
El Musical Mallorca nació de una iniciativa del Fomento de Turismo tras una reunión mantenida entre Pedro Vidal, Algueró padre, Uribarri y Jaime Enseñat. La idea fue expuesta al presidente del Fomento, Antonio Garau, que no dudó de que aquel proyecto sería muy positivo para publicitar la Isla.
El festival constaba de tres partes. El primer día tenía lugar el Certamen Internacional de Canciones y el fin de fiesta; al día siguiente la Mostra Musical en la que, fuera de concurso, varias figuras internacionales de la canción interpretaban dos temas y el último día, la final del certamen y un espectacular concierto de directores de orquesta. En el certamen internacional se otorgaban cinco premios: Illa d'Or y 10.000$, Illa d'Argent y 2.500 $ e Illa de Bronze y 1.000$ para el cuarto y quinto clasificados. Para dar mayor empaque al festival, llegaban de todos los puntos de la geografía internacional estrellas del celuloide y de la canción. Para el año 79 se tenía un compromiso oficial con Marlon Brando y Glenn Ford para presentar el musical, lo que no entusiasmó a Uribarri. También hubo una batalla contra el presupuesto. Los políticos, más pendientes de la transición que del festival, no pensaron en los beneficios que reportaba.