El Ajuntament de Palma ha decidido que las Avenidas permanecerán cerradas para el vehículo privado durante los meses que duren las obras de soterramiento de la vía a la altura de la Plaça d'Espanya y que sólo los autobuses de la EMT transiten por la vía.
Con esta decisión, se pretende evitar que «los dos carriles que permancerán abiertos, uno en cada sentido, se conviertan en cuellos de botella», afirmó el presidente de la EMT, Pedro Àlvarez. Alvarez se ha reunido esta semana con el concejal de Governació, José Manuel Sierra, para concretar el plan de tráfico que regulará la circulación durante los meses de obras y al que debe ceñirse la empresa adjudicataria, Dragados y Construcciones. A lo largo de los últimos meses, la empresa ha intentado convencer al Consistorio de la necesidad de cerrar la vía al tráfico, a lo que los responsables municipales se han negado en redondo. Pero, al final se ha optado por limitar el acceso al transportes privado.
Todavía está por decidir si, junto a los autobuses, se permitirá
la circulación de los taxis por las Avenidas.
Para el ciudadano que emplee su coche particular, desde Tráfico se
está diseñando una lista de vías alternativas que serán,
preferentemente, el Passeig Marítim, las calles Balmes o la Vía de
Cintura, entre otras. Los trabajos comenzarán en cuanto finalice el
curso escolar, a partir del 21 de este mes de junio, y tienen un
plazo de ejecución de doce meses.